Señor Director:
Sin duda, iniciativas como el proyecto de ley que permite a madres y padres, con hijos menores de 12 años, ejercer el teletrabajo durante la alerta sanitaria es un gran avance respecto a cómo esta modalidad se
inserta en las diversas estructuras familiares y laborales desde un resguardo legal y normado.
Pese a ello, este formato y las modalidades híbridas aún enfrentan un complejo desafío para las empresas desde la mirada de implementación, factibilidad técnica y gestión de personas y su bienestar. La Encuesta de
Empleo del INE reveló que cerca de un 7% de asalariados había realizado sus tareas principalmente desde el hogar en el último trimestre. Anteriormente, la Encuesta Covid- UC había señalado que durante la primera
semana de noviembre alrededor de un 15% trabajó remotamente.
Las modalidades híbridas son y seguirán siendo una realidad del mercado laboral. Sorprende que esto no sea parte del eje laboral en los programas de gobierno que aspiran a la presidencia. Paradójico, además,
cuando uno de los candidatos obtuvo el tercer puesto 100% “teletrabajando”.
Hoy, debemos avanzar en políticas públicas que abarquen todas las modalidades de trabajo: las híbridas, remotas y presenciales; a fin de impulsar la productividad, que tanto necesitamos como país; pero que también maximicen el bienestar de los trabajadores y sus hogares.
Francisca Oyanedel
Consultora DataLab