El retorno del público al estadio Nelson Oyarzún Arenas de Chillán estuvo marcado por la alegría de los asistentes, el orden y con el que se desarrolló el proceso de acceso al recinto y el buen comportamiento del público.
Por eso decepciona, extraña y hasta siembra la incertidumbre, el sumario sanitario que cursó la Seremía de Salud de Ñuble, a Ñublense, por no cumplir con las medidas sanitarias exigidas, luego que tres personas fueran sorprendidas, al interior del estadio, sin su pase de movilidad.
El protocolo para hinchas fue claro desde el comienzo: Todos debían portar a la hora del control, cédula de identidad, pase de movilidad y ticket que los abonados vigentes podían descargar en www.movilticket.cl
Todas las personas entrevistas por este medio en el estadio Nelson Oyarzún, valoraron las estrictas medidas para el cuidado de todos los asistentes y recalcaron que debían mantenerse para que la autorización para jugar con público, se pudiera prolongar, incluso, con un aforo superior al inicial, que fue de 2.830 espectadores. Surgen entonces varias interrogantes que Ñublense deberá resolver para no poner en juego su imagen como club y la validez de sus controles para hacer valer las medidas sanitarias.
¿Cómo lograron tres personas acceder al interior del estadio sin su pase de movilidad si el control era estricto?, ¿alguien los dejó pasar o simplemente los controles olvidaron pedir este documento?, ¿ingresaron antes que se instalaran los controles?, ¿falló el sistema de control?, ¿se colaron a la antigua mientras controlaban a otros?.
Lo cierto es que Ñublense, que, en líneas generales, desplegó una buena organización, no puede darse el lujo de empañar su imagen por culpa propia o la de tres personas que vulneraron las normas sanitarias poniendo en riesgo al resto y mancillando la capacidad organizativa del club.
