Señor Director:
Nuestras autoridades están lejanas de la información técnica que proporciona mes a mes la Superintendencia de Pensiones, la cual informa que de cada dos afiliados al sistema previsional, sólo uno cotiza, y el otro no tiene seguridad social alguna.
Si la reforma previsional prospera destinando el 6% de cotización adicional a un fondo de reparto -lo que finalmente es un impuesto al trabajo-, entonces disminuirá la proporción de quienes coticen, que ya es baja.
Lo que pretende la cotización de reparto, es que quienes cotizan mes a mes terminen financiando pensiones a quienes no cotizan, lo cual pone fin al incentivo a cotizar, sobre todo para los trabajadores independientes e informales.
La cotización adicional debe ir a la cuenta del trabajador, pues se fortalecen las pensiones de quienes sí cotizan, y permite focalizar el pilar solidario a quienes realmente lo necesitan.
La reforma previsional debe generar los incentivos para que un mayor número de personas coticen, pero logrará exactamente lo contrario.
Eduardo Jerez Sanhueza