Señor Director:
La Comisión Bravo en el año 2015 analizó tres tipos de reformas al sistema de pensiones. La mayoría de los técnicos apoyaba la propuesta A o B, cuyo factor común era fortalecer el sistema actual y la diferencia era el tamaño de la seguridad social en el sistema. La propuesta C, de reparto puro, solo tuvo un voto a favor en esa comisión. En el Congreso, entre políticos, se replicó la historia: las mayorías de centro (izquierda y derecha) discutieron años cómo fortalecer el sistema actual, mientras que la opción de un reparto puro solo tuvo un apoyo minoritario en los extremos. Pasado 6 años, y frente a un sistema que eventualmente quede sin ahorros, la única reforma que lograron impulsar nuestros políticos es la de las minorías: un sistema de reparto puro escondido en la aprobación sucesiva de proyectos de retiro de fondos de pensiones.
Renata García
Economista