Hoy el diario La Discusión publica su Edición 50.000, en papel digital y con un especial de portadas históricas que muestran los cambios que ha experimentado el principal matutino de la Región de Ñuble, el segundo más antiguo del país.
Se trata de una edición muy distinta a aquellas producidas artesanalmente en 1870 o las que le sucedieron en décadas posteriores, donde paulatinamente fuimos incorporando diferentes avances para la impresión y la edición de contenidos. Desde servicios telegráficos y cablegráficos durante la Guerra del Pacífico, hasta la incorporación de las primeras fotografías tras el terremoto de 1939, que nos transformó en catalizador del proceso de reconstrucción y en un promotor del renacer de Chillán y Ñuble.
El cambio de siglo nos condujo a la digitalización de la producción de noticias, incorporamos narrativas multimedia y reestructuramos nuestra dinámica de trabajo al ser parte de un inédito proceso de integración de los medios pertenecientes a la Corporación Universidad de Concepción, una condición que ha potenciado nuestro trabajo, como también el deber de siempre ser un instrumento de información veraz y oportuna, capaz de interpretar las problemáticas locales e identificar sus posibles soluciones.
Hicimos todo eso, pero nunca dejamos de imprimir nuestra tradicional edición de papel. Eso, hasta el 24 de marzo de 2020, cuando la pandemia del coronavirus nos obligó a poner pausa a la edición impresa, pero jamás a cesar nuestro trabajo diario, ahora por la vía de una edición digital.
Al destacar hoy este nuevo hito no hacemos otra cosa que ponernos frente al espejo de nuestra propia historia, que es precisamente el ejercicio que también proponemos en el especial que acompaña a la edición regular, donde nuestra audiencia puede conocer 50 portadas que resumen 151 años y 50.000 ediciones de periodismo local.
No son estos tiempos fáciles para el ejercicio del periodismo comprometido con la misión de aportar al control social y la transparencia y a echar luz sobre la compleja dinámica de la nueva región, dudosos comportamientos de actores públicos y privados, y procesos políticos y sociales inéditos, como los que hoy vive el país. Pero ésa es la razón de ser de un diario como La Discusión, que encuentra la mayor retribución en la confiabilidad que suscita en la ciudadanía a la cual se dirige.
Más de 150 mil personas que reciben a diario nuestras informaciones en distintas plataformas y 3,5 millones de visitas mensuales a nuestro sitio de noticias dan cuenta de nuestra vitalidad, pese a la crisis originada por la pandemia del covid-19 y su impacto en el negocio de la publicidad que ha amenazado la sostenibilidad financiera de los medios de comunicación.
No cabe duda que estamos inmersos en un nuevo escenario, extremadamente dinámico, donde la incerteza es la única certeza, pero ante el cual nuestro diario seguirá manifestándose según los criterios que le han dado desde antiguo una personalidad única e indiscutible: prensa independiente y regionalista, comprometida con el derecho a la información en los más diversos órdenes y la convicción de que fue fundado para custodiar un legado de promoción de la igualdad entre los ciudadanos y la defensa del progreso local. Esa es nuestra misión. Hoy, al publicar la edición 50.000, no tenemos duda de ella.
