Carlos Fierro es chillanejo. Tiene 30 años, es kinesiólogo y entre los 15 y 17 años, fue cadete de Ñublense.
Siempre fue un apasionado del fútbol, en todas sus modalidades y hace algunos días vivió la experiencia más inolvidable de su vida deportiva. Un hito. Un momento marcará a fuego su vida.
Fue campeón de América integrando la Selección Chilena de Fútbol 7 que venció en la final por 2-1 a Argentina y en semifinales, eliminó al poderoso Brasil, las selecciones que venían dominando el torneo.
“La idea era salir primero del grupo, para toparnos con Brasil solo en la final, porque sus jugadores son profesionales de esto, por eso lo que logramos en semifinales fue una hazaña tremenda, fuimos la primera selección sudamericana en vencer a Brasil en Fútbol 7. Un tremendo momento y después vencer a Argentina en su casa, con su gente, fue maravilloso. En la final los argentinos salieron por un pasillo apoyados por una batucada y nosotros por otro lado. Pero eso me motivó más para darlo todo en la cancha y taparles la boca. Fue muy lindo”, relata Carlos, de regreso a su casa en Chillán.
Experiencia única
“Fue una experiencia única, con un gran nivel de torneo. Nos tocó Argentina y Uruguay y en el otro grupo estaban Brasil, Venezuela y Colombia. Debutamos con un triunfo por 3-0 sobre Uruguay y luego perdimos 3-0 con Argentina. Salimos segundos del grupo y le ganamos el repechaje a Venezuela. En semifinales eliminamos a Brasil”, detalla.
Carlos Fierro llegó a la Selección de Fútbol 7 tras jugar por Villa Crack F.C. de Villarrica en un Nacional disputado en Temuco, en el que salieron terceros, dando una gran sorpresa, superando a elencos de mayor experiencia.
“Nos ganamos la clasificación al Mundial de Clubes de Barcelona en septiembre, pero por falta de recursos, desechamos la opción de ir”, cuenta el zaguero central chillanejo.
Tras esta destacada participación, fue citado por la Federación Chilena de Fútbol 7 al proceso de la Copa América 2022.
Participó de dos microciclos en los que conoció a sus compañeros medianteca entrenamientos dobles y partidos amistosos.
“Ajustamos todo para el torneo, nos conocimos y se armó un lindo grupo. Había jugadores que habían vivido procesos anteriores y nos ayudaron como sparring. Se armó un gran grupo en lo deportivo y humano. Vivir esto es inolvidable”, sentencia el defensor chillanejo que fue campeón de América defendiendo a la Roja de Fútbol 7 en Buenos Aires, Argentina.
Texto: Nicolás Oses| Rodrigo Oses