Un nuevo reporte del Observatorio del Envejecimiento para un Chile con futuro, proyecto que surge de la alianza entre la Universidad Católica y Compañía de Seguros Confuturo, arroja que, en las zonas rurales, que suelen tener índices de pobreza más elevados y un mayor porcentaje de habitantes sobre los 60 años, hay también más personas mayores dependientes.
En ese contexto, Ñuble, que es la región con el nivel más alto de población rural (30,6%) y de población envejecida (22,6%), es la que tiene la tasa más elevada de personas 60+ dependientes, alcanzando un 20%. Le siguen la Región del Maule y Valparaíso con un 17%; La Araucanía con 16% y Los Lagos con 15%. Todas ellas superan el 20% de población 60+ y 26% de población rural, con excepción de Valparaíso (9%). No obstante, esta región es la que presenta la proporción más elevada de población 60+ del país (23,3%).
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]En cuanto al género, el 17% de las mujeres 60+ presenta algún grado de dependencia, versus un 11% de los hombres sobre esta edad. Al respecto, María Beatriz Fernández, integrante del Centro de Estudios de Vejez y Envejecimiento (CEVE-UC) y del Instituto MiCare afirma que “las mujeres tienen a lo largo del curso de la vida una serie de desventajas en comparación con los hombres, que van haciendo que la dependencia en la vejez tenga cara femenina. Estas desventajas se ven en términos económicos, en no poder acceder al mercado laboral, tener baja escolaridad y en que viven más, todo se suma”.
Asimismo, las tareas de cuidado recaen en mayor medida en las mujeres, por lo que se habla de una feminización del cuidado. Mientras que el 28% de los resguardos entregados a personas 60+ en situación de dependencia lo llevan a cabo hombres, el 72% lo realizan mujeres. Además, el 52,7% de personas mayores con algún grado de dependencia son asistidos por un integrante del hogar y sólo un 16,5% corresponde a personas externas. El 26,8% son cuidados tanto por personas que integran el hogar como por personas externas y de este último grupo, sólo el 10% es remunerado.
Susana González, geropsiquiatra e integrante del CEVE-UC y del Consejo Consultivo del Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo, explica que “los cuidados también han experimentado un cambio por el aumento en la longevidad. Antiguamente, las cuidadoras eran las esposas, pero hoy estamos viendo que hay hijas mayores de 60 que están cuidando a sus padres más envejecidos, entonces el grupo de mujeres mayores que están cuidando a alguien ha aumentado enormemente, a pesar de que a su vez también son personas con fragilidades, enfermedades crónicas e incluso limitaciones físicas”. Es así como las personas entre 60 y 74 años son las que más cuidan a personas mayores dependientes (36%).
Frente a esta problemática, los expertos refuerzan la importancia de avanzar hacia una sociedad más inclusiva, que garantice la participación de las personas mayores, pero también un mejor acceso a salud, educación, infraestructura y seguridad social.
En diferentes países se han establecido Sistemas Nacionales de Cuidados (SNC) y actualmente en Chile hay propuestas en esa línea, lo que cobra mayor relevancia si se considera que hoy en Chile un 12% de las personas son del segmento 60+ y se pronostica que al 2050 este porcentaje alcanzará el 30%, con una esperanza de vida de 83 años para las mujeres y de 77 años para los hombres.
Christian Abello, gerente general de Compañía de Seguros Confuturo, destaca que “este estudio permite dar visibilidad a una temática de gran relevancia como es la dependencia y cuidados del segmento 60+, situación que tiene un fuerte impacto en la calidad de vida de las personas mayores, por ello, es fundamental que todos los actores se involucren de manera activa para encontrar soluciones que logren generar cambios en el mediano y largo plazo”.
[/bg_collapse]