En los recientes informes diarios del Ministerio de Salud por la situación de la pandemia por Covid-19, han posicionado a Ñuble como una de las regiones del país que registra un aumento de casos confirmados.
El seremi (s) de Salud, Erick Jiménez, informó que durante la semana epidemiológica 46 y 47 los brotes de importancia para la salud pública ascendieron a 109, presentando un total de 382 contagiados por la enfermedad.
Las comunas con mayor cantidad de casos corresponden a Chillán, San Carlos y San Nicolás, en sectores urbanos y rurales.
Respecto a los contagios en los establecimientos educacionales, en el mes de noviembre se han detectado 35 brotes en establecimientos educacionales de San Carlos, Coihueco, San Nicolás, El Carmen, San Ignacio, Quillón, Chillán y Chillán Viejo.
La autoridad indicó recientemente que el aumento progresivo de los casos confirmados en los últimos días se debe al descuido de las medidas de autocuidado para evitar los contagios.
“Ello, responde a acciones de riesgo y descuido de las medidas de autocuidado por parte de una gran cantidad de personas al realizar viajes interregionales, reuniones sociales, entre otras”, dijo Jiménez.
“Existe una mayor movilidad que requiere de más responsabilidad para evitar contagios. Son medidas simples que pueden evitar la propagación de esta enfermedad que ha costado la vida de 661 personas en nuestra región”, precisó el seremi (s) de Salud.
Con respecto a la vacunación, en Ñuble un total de 26.652 personas no han completado aún su esquema de vacunación, sin embargo, un 101% de la población objetivo está inoculada con al menos una dosis de la vacuna contra el virus SARS-CoV-2.
Acercar la vacunación
Desde la mirada del académico del Programa de Epidemiología Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, Gabriel Cavada, las dificultades para acceder al esquema completo de vacunación, como factor de protección, que han presentado quienes viven alejados de los grandes centros urbanos, es un factor que estaría detrás de los brotes de coronavirus a nivel nacional.
“Fuera de los grandes centros urbanos se generan por dos cosas fundamentales, una de ellas es que hay mucha gente que queriendo ser vacunada no ha tenido una accesibilidad completa a la vacuna, porque vive alejado. Alguien que tiene que caminar 10 kilómetros es difícil pedirle que se vaya a vacunar. En ese sentido, creo que lo fundamental es acercar o facilitar la vacunación a estas personas. Entonces, eso es bien probable que explique que hayan brotes, y vale también si esa gente se puso doble vacuna, es claro que después pedirle dosis de refuerzo a la larga les va complicando en términos de ir accediendo, cuando en realidad lo que deberías hacer con ellos es simplificarle la vida, haciendo los esfuerzos en orden a que puedas acercar la vacuna”, sostuvo.
La mayor movilidad producto del levantamiento de las restricciones ha llevado que las personas se concentren en los centros urbanos, favoreciendo las aglomeraciones lo que conlleva a aumentar el riesgo de contagio, que también se ha dado en la falsa sensación de seguridad de los vacunados, recalcó el experto.
“Porque necesariamente es gente que se aglomera y se moviliza, por lo tanto, hay movilidad entre personas que van perdiendo su inmunidad, o sienten la falsa seguridad que por el hecho de estar vacunados están exentos de contagio. Entonces, hay también una falta de educación por parte de la autoridad sanitaria sobre qué se está logrando con las vacunas. Hay que reforzar la idea de que a pesar de que estás vacunado no te puedes seguir aglomerando, no puedes dejar de usar la mascarilla, tener tu aseo personal. La vacuna es el principal eje de prevención de contagio, pero no es lo único, ya que el resto son complementarios y no se pueden olvidar”, enfatizó el experto.
Finalmente, indicó que los brotes se están produciendo mayormente en contextos familiares y laborales, siendo los principales contagiados aquellos mayores de los 30 años.
“En este momento se están produciendo a niveles e edades medias de la vida, por aglomeraciones por trabajo y fundamentalmente por celebraciones familiares. (…) Las personas de centro urbanos y rurales tienen que moderarse en este tipo de jolgorios o expresiones de felicidad, y es complicado porque es parte de nuestra idiosincrasia”, indicó.
Texto: Antonieta Meleán / Susana Núñez