Señor Director:
En el Te Deum Ecuménico, el arzobispo de Santiago, monseñor Celestino Aós, quién sabe si por olvido o por considerarles negociables, no mencionó los valores no negociables del deber de denuncia ante clérigos abusadores, la separación entre iglesias y estado, la igualdad ante la ley, el rechazo al clientelismo religioso, el respeto a la autonomía cívica de los feligreses, la tributación por diezmos e inmuebles y la obediencia de las normas sanitarias durante las ceremonias de culto. Así, en pos del bien común, nos evitaremos graves escándalos, beneficiaremos a quienes se unan en amor y protegernos a los más desvalidos. Amor social en el que coincidirían seculares y,
Dios quiera, creyentes.
Luis León Cárdenas Graide