Señor Director:
La gran interrogante que muestra el caso de Ámbar y la libertad condicional otorgada a su supuesto homicida es: ¿cómo puede el juez cumplir con su tan relevante y compleja misión? Para ello, está más que claro que no se requiere sólo una actuación conforme a derecho -frase tan repetida en estos días- sino que es condición también el criterio y adaptar las normas en su comprensión a las necesidades específicas de la situación que se debe resolver.
Al decidir la libertad condicional de Bustamante, todo indica que los jueces tenían a la vista todos los antecedentes y pronunciamientos de expertos que daban cuenta de su peligrosidad. Aun cuando se trate de un sistema perfectible, se tenían recursos útiles para decidir que no fueron utilizados: una falla humana que, en este caso, ha ocasionado un daño irreversible.
Ana María Salinas M.