A los 86 años, y producto de una insuficiencia respiratoria y una falla multisistémica, murió anoche el ex obispo de Chillán y ex arzobispo de La Serena, Francisco José Cox Huneeus, quien estaba acusado de cometer abusos sexuales, por lo que en 2018 el Papa Francisco decretó la dimisión de su estado clerical.
Tras la investigación por los abusos sexuales, realizada por la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Vaticano le encargó el cuidado de Cox a la Comunidad de Padres de Schoenstatt. Por medio de un comunicado, fue esta congregación la que confirmó su fallecimiento.
“Francisco José Cox fue investigado en causas de carácter penal relativa a abusos sexuales, es en todo ese contexto que compartimos intensa y profundamente el dolor de las víctimas. Afirmamos que cualquier situación de abuso atenta contra nuestra misión y reiteramos nuestra colaboración en todo lo que esté a nuestro alcance con la justicia”, señalaron en la declaración.
El funeral de Cox se realizará de forma privada, dada la contingencia sanitaria que vive el país.
Cox fue obispo de Chillán entre 1975 y 1981 y arzobispo de La Serena entre 1990 y 1997.
Además, es el sacerdote chileno de mayor jerarquía que ha sido acusado de abusos sexuales.
En octubre de 2002, ante las denuncias de abusos sexuales a niños y a jóvenes, renunció a la actividad pastoral y se radicó en Alemania, retornando en febrero de 2019.
Los casos
Francisco José Cox era indagado por el delito de abuso sexual a dos menores, Hernán Godoy y Abel Soto, cuando era jefe de las Diócesis de La Serena y Chillán.
En la región de Ñuble, solo se ha hizo pública una denuncia contra Cox, y fue presentada por Abel Soto, quien dio cuenta de los vejámenes que sufrió por parte del entonces obispo de Chillán, entre 1975-1980, mientras era acólito de la Parroquia San Bernardo, en la comuna de Chillán Viejo.
En diciembre último, el exobispo debía enfrentar un careo con los denunciantes, trámite que no se concretó debido a que la defensa apeló a una supuesta demencia senil del religioso.