Señor Director
Cuando existe ambivalencia en nuestras autoridades políticas se generan espacios para la germinación de violencia, desde el entendido que este fenómeno social está marcado por reivindicaciones justas, y es producto del abuso de poder de los agentes del Estado, quienes por Ley están llamados a “resguardar” el orden público en el país.
Sin embargo, la violencia solo favorece a los extremos ideológicos, que socavan y destruyen lo que la mayoría de los ciudadanos quieren construir, esto es un nuevo orden político, económico, social y cultural.
No debemos caer en el miedo al cambio ni aparecer vulnerables a los mensajes masivos de violencia y delincuencia que nos muestran los medios, sino que tenemos que dialogar, informarnos sobre los procesos y estar disponibles al debate público.
No podemos estar cautivos de la violencia, sino que es imperativo tomarnos los espacios para volver a la conversación y ejercer nuestro compromiso por un nuevo Chile, sólo así derrotaremos a quienes quieren criminalizar el movimiento social y a quienes vandalizan la protesta, afectando la convivencia social.
Hugo Covarrubias
Académico Trabajo Social, U. Central